Bienvenidos y Bendición
Estimado hermano o hermana, estimado visitante no-creyente,
Es un privilegio que podamos contar con su visita a nuestro sitio web. Deseo que Dios bendiga su vida con alguna palabra de las que hemos podido incluir hasta hoy.
Sabemos que vivimos tiempos de gran expectación. Las profecías bíblicos siguen su curso y el tiempo de nuestra redención está más cerca que cuando creímos.
Quiero animarle a esforzarse (PONER PRESION) por entrar por la puerta estrecha. Recuerde que muchos procurarán (HARAN EL INTENTO) pero no podrán.
Quizá esté pasando por momentos difíciles en su vida. Pero recuerde que la victoria es nuestra en el nombre de nuestro Señor Jesús. Las tribulaciones y dificultades que le rodean solo son el intento del enemigo por apartarlo de su llamamiento. Pero olvide lo que queda atrás y extiéndase hacía el blanco que es Cristo.
Ud. es más que vencedor en Cristo. Ni ángeles ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir… ninguna cosa creada pueden separarlo del amor DE DIOS que es en CRISTO JESUS.
Quizá está enfrentando consecuencias de malas decisiones, o tal vez la oposición del diablo para que no cumpla su ministerio. Es probable que piense que no entiende todo lo que sucede a su alrededor pero sepa una cosa: DIOS ESTA EN CONTROL.
Mientras le animo a Ud. con estas palabras yo mismo soy animado por que sé que son verdad. Somos más que vencedores, porque aunque a veces no logramos experimentar la victoria sobre las tribulaciones, la angustia, persecución o peligro del presente; no somos detenidos por ellas, no volvemos atrás y seguimos confiando en aquel que dijo: toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Nuestra fe vence al mundo, nuestra fe apaga los dardos de fuego del enemigo; nuestra fe nos permite declarar en nuestra debilidad: FUERTE SOY.
Nuestra fe declara: yo sé que mi redentor vive…
Nuestra fe nos hace hablar con determinación y decir: MI DIOS PUEDE LIBRARNOS PERO SI NO NOS LIBRA… SEGUIMOS CONFIANDO EN ÉL.
Proclamo ahora en el nombre de Jesús que Ud. recibe libertad en su espíritu, por el poder del Espíritu de Dios y de esta palabra (Isa. 61:1,3).